Mar 27, 2017
Mucho antes de la crisis del petróleo, incluso antes de la Gran Guerra, ya se hablaba de que la hora no se ajustaba a los ritmos de vida de la gente. En la Inglaterra decimonónica hubo un hombre al que irritaba no poder jugar al golf por las tardes. Estaba demasiado oscuro. Un día decidió dedicar el resto de su vida a que la Cámara de los Comunes adelantase los relojes en primavera. No lo consiguió... en su país.